La temporada de Fórmula 1 de 1976 está considerada como una de las más electrizantes de la historia de este deporte. En ella se vivió una intensa rivalidad entre dos pilotos emblemáticos, James Hunt y Niki Lauda, que compitieron ferozmente por el Campeonato Mundial de Pilotos en medio de un drama extraordinario y una tragedia casi total.