El Gran Premio de San Marino de 1994 es recordado como uno de los fines de semana de carreras más trágicos de la historia de la Fórmula 1, ya que fue testigo del fallecimiento de dos pilotos con sólo un día de diferencia: Roland Ratzenberger, en apenas su tercer fin de semana de GP, y Ayrton Senna, tres veces. tiempo campeón del mundo y querida leyenda de la Fórmula 1.